Hemos auditado los estados financieros consolidados de El Puerto de Liverpool, S. A. B. de C. V. y subsidiarias (la Compañía) que comprenden el estado consolidado de situación financiera al 31 de diciembre de 2020 y los estados consolidados de resultado integral, de cambios en el capital contable y de flujos de efectivo correspondientes al ejercicio terminado en esa fecha, así como las notas a los estados financieros consolidados que incluyen las políticas contables significativas y otra información explicativa.
En nuestra opinión, los estados financieros consolidados adjuntos presentan razona-blemente, en todos los aspectos materiales, la situación financiera consolidada de la Compañía al 31 de diciembre de 2020 y su desempeño financiero y sus flujos de efectivo correspondientes al ejercicio terminado en esa fecha, de conformidad con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) emitidas por el International Accounting Standards Board.
Hemos llevado a cabo nuestra auditoría de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría (NIA). Nuestras responsabilidades de acuerdo con dichas normas se describen más adelante en la sección “Responsabilidades de los Auditores en relación con la Auditoría de los Estados Financieros Consolidados” de este informe. Somos independientes de la Compañía de conformidad con el Código de Ética Profesional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, A. C., junto con los requerimientos de ética que son aplicables a nuestras auditorías de estados financieros consolidados en México, y hemos cumplido con las demás responsabilidades éticas de conformidad con esos requerimientos y dicho Código. Consideramos que la evidencia de auditoría que hemos obtenido proporciona una base suficiente y adecuada para sustentar nuestra opinión.
Las cuestiones clave de la auditoría son cuestiones que, según nuestro juicio profesional, han sido las de mayor importancia en nuestra auditoría de los estados financieros consolidados del ejercicio actual. Estas cuestiones han sido consideradas en el contexto de nuestra auditoría de los estados financieros consolidados en su conjunto y al formarnos nuestra opinión sobre éstos, por lo tanto, no expresamos una opinión por separado sobre estas cuestiones.
Como se describe en las Notas 3.3.2 y 8 sobre los estados financieros, la cartera de créditos por un importe de $39,326 millones de pesos se origina del financiamiento otorgado por la Compañía a sus tarjetahabientes para adquirir bienes y servicios. De acuerdo con la norma “Instrumentos financieros” (NIIF 9), la Compañía debe estimar periódicamente las pérdidas crediticias esperadas reconociendo la provisión para deterioro con base en la probabilidad de incumplimiento de pago, la severidad de la pérdida y la exposición al incumplimiento.
Durante nuestra auditoría nos enfocamos en la provisión para pérdidas crediticias principalmente por ser una estimación compleja, por el impacto que el COVID-19 podría tener en la capacidad de pago de los tarjetahabientes y, en consecuencia, en la determinación de dicha provisión al requerirse un mayor juicio por parte de la Administración al evaluar los supuestos utilizados en la metodología del cálculo. Específicamente, el juicio para evaluar el impacto potencial de los programas de apoyo brindados a los clientes para diferir pagos, los efectos sobre las calificaciones de riesgo de los clientes y el incremento en el riesgo de incumplimiento.
En particular, concentramos nuestros esfuerzos de auditoría en: 1) la metodología utilizada por la administración, 2) los datos de entrada clave como la segmentación de la cartera por tipo de tarjeta de crédito, el comportamiento histórico de los tarjetahabientes, la clasificación de la cartera por antigüedad, la calificación del comportamiento del crédito (“behavior score”), el límite de crédito autorizado, el saldo por cobrar o importe del capital a la fecha de cálculo, y los programas de apoyo brindados a los clientes derivados del COVID-19, y 3) los supuestos clave como: a) factores macroeconómicos prospectivos (“forward looking”), b) la determinación del incremento significativo en el nivel de riesgo, y c) la aplicación del juicio por parte de la Administración para incorporar en la metodología de cálculo los efectos del COVID-19.
Con el apoyo de nuestros especialistas en sistemas, entendimos y evaluamos el diseño y efectividad operativa de los controles del ciclo de crédito; principalmente los relacionados con la exactitud e integridad de los datos de entrada utilizados para el cálculo de esta provisión.
Con el apoyo de nuestros especialistas en valuación, evaluamos que la metodología y los supuestos utilizados para el cálculo de la provisión incluyendo los efectos derivados del COVID-19, fueran consistentes con los lineamientos establecidos en la NIIF 9.
Mediante pruebas selectivas, cotejamos los datos de entrada clave, de la siguiente manera:
Mediante pruebas selectivas, evaluamos los factores macroeconómicos prospectivos que tenían un impacto significativo, como el índice de confianza al consumidor, el producto interno bruto y la tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), y los comparamos contra fuentes públicas y reconocidas en la industria en la que opera la Compañía.
Con el apoyo de nuestros especialistas, reprocesamos los parámetros y la provisión para pérdidas crediticias, así como la evaluación del incremento significativo en el nivel de riesgo, los factores macroeconómicos prospectivos (“forward looking”) y la probabilidad de ocurrencia de los distintos escenarios preparados por la Administración.
Adicionalmente, evaluamos la consistencia de las revelaciones incluidas en las notas sobre los estados financieros con la información proporcionada por la Administración.
Como se menciona en las Notas 1 y 14 a los estados financieros consolidados, la Compañía realiza anualmente pruebas sobre el valor de recuperación de sus activos intangibles de vida indefinida (crédito mercantil, marcas y otros).
Estas pruebas consisten en comparar que la estimación de los flujos de efectivo proyectados para la unidad generadora de efectivo (UGE) a la que se encuentran asignados los activos intangibles, sea superior al valor en libros de dichos activos.
Nos enfocamos en los activos intangibles de vida indefinida debido a la importancia de su saldo ($13,258 millones al 31 de diciembre de 2020) respecto a los estados financieros consolidados, y a que la estimación de los flujos de efectivo proyectados, involucra la aplicación de juicios significativos por parte de la Administración para determinar los supuestos y premisas utilizadas.
En particular, concentramos nuestros esfuerzos de auditoría en: 1) el proceso seguido por la Administración para identificar las UGE; 2) los supuestos significativos utilizados para estimar los flujos de efectivo proyectados, como son: la tasa estimada de crecimiento de las ventas, el ("earnings before income tax, depreciation and amortization" por sus siglas en inglés) EBITDA proyectado, la tasa para descontar los flujos y el valor terminal y las posibles afectaciones a las actividades de la Compañía a causa del COVID-19, las cuales requirieron la aplicación de un mayor juicio, al evaluar el impacto en los resultados proyectados para cada uno de los escenarios utilizados.
Evaluamos el análisis efectuado por la Compañía en donde se identificó a Suburbia como la única UGE y a la cual se asignaron el crédito mercantil, las marcas y los otros activos intangibles de vida indefinida.
Evaluamos las proyecciones de flujos de efectivo preparadas por la Administración en los diversos escenarios utilizados (base, optimista y pesimista), así como la ponderación que se le dio a cada uno de ellos, y los procesos utilizados para elaborarlas, comparando dichas proyecciones con los resultados históricos, los presupuestos aprobados por el Consejo de Administración de la Compañía y datos de mercado.
Comparamos los resultados reales del año actual con el presupuesto respectivo, para identificar si algún supuesto incluido en las proyecciones de flujos de efectivo pudiera considerarse muy optimista, e indicadores externos referentes a la recuperación económica futura derivada del COVID- 19.
Comparamos los supuestos clave utilizados para estimar los flujos de efectivo proyectados como son: la tasa estimada de crecimiento de las ventas, el EBITDA proyectado, la tasa para descontar los flujos y el valor terminal, en los diversos escenarios utilizados al considerar las posibles afectaciones a las actividades de la Compañía a causa del COVID-19.
Con el apoyo de nuestros expertos en valuación comparamos:
Discutimos con la Administración el análisis de sensibilidad y evaluamos el grado en que los supuestos necesitan ser modificados para que ocurriera un deterioro.
Adicionalmente, evaluamos la consistencia de las revelaciones incluidas en las notas sobre los estados financieros con la información proporcionada por la Administración.
La Administración de la Compañía es responsable de la información adicional presentada. Esta información adicional comprende el Reporte Anual presentado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Informe Anual presentado a los accionistas, pero no incluye los estados financieros consolidados ni este informe de los auditores independientes, los cuales se emitirán después de la fecha de este informe.
Esta información adicional no está cubierta por esta opinión sobre los estados financieros consolidados y no expresamos ninguna opinión de auditoría sobre la misma.
Sin embargo, en relación con nuestra auditoría de los estados financieros consolidados de la Compañía, nuestra responsabilidad es leer esta información adicional cuando se encuentre disponible y evaluar si dicha información es materialmente inconsistente con los estados financieros consolidados o nuestro conocimiento adquirido a través de nuestra auditoría, o aparenta contener un error material por otras circunstancias.
Cuando leamos la información adicional que aún no hemos recibido, debemos emitir la declaratoria sobre el Reporte Anual requerida por la CNBV y si detectamos que existe un error material en la misma, debemos comunicarlo a los responsables del gobierno de la Compañía y en dicho informe, de corresponder.
La Administración de la Compañía es responsable de la preparación y presentación razonable de los estados financieros consolidados, de conformidad con las NIIF, y del control interno que consideró necesario para permitir la preparación de estados financieros consolidados libres de errores materiales, ya sea por fraude o error.
Al preparar los estados financieros consolidados, la Administración es responsable de evaluar la capacidad de la Compañía para continuar como negocio en marcha; revelando, en su caso, las cuestiones relativas a negocio en marcha y utilizando la base contable de negocio en marcha, excepto si la Administración tiene la intención de liquidar la Compañía o de cesar operaciones, o bien no exista otra alternativa más realista que hacerlo.
Los encargados del gobierno de la Compañía son responsables de la supervisión del proceso de reporte financiero de la Compañía.
Nuestros objetivos son obtener una seguridad razonable de que los estados financieros consolidados en su conjunto están libres de errores materiales, ya sea por fraude o error, y emitir un informe de auditoría que contenga nuestra opinión. Seguridad razonable es un alto nivel de seguridad, pero no garantiza que una auditoría realizada de conformidad con las NIA siempre detecte un error material, cuando éste exista. Los errores pueden deberse a fraude o error y se consideran materiales si, individualmente o de forma agregada, puede preverse razonablemente que influirán en las decisiones económicas que los usuarios toman basándose en los estados financieros consolidados.
Durante la realización de una auditoría de conformidad con las NIA, aplicamos nuestro juicio profesional y mantenemos una actitud de escepticismo profesional. También:
Comunicamos a los encargados del gobierno de la Compañía, entre otras cuestiones, el alcance y el momento de realización de la auditoría y los hallazgos significativos de la auditoría, así como, cualquier deficiencia significativa de control interno que identificamos en el transcurso de nuestra auditoría.
También, proporcionamos a los encargados del gobierno de la Compañía una declaración manifestando que hemos cumplido los requerimientos de ética aplicables sobre independencia y les comunicamos todas las relaciones y demás cuestiones que razonablemente pudieran influir en nuestra independencia, y en su caso, las correspondientes acciones tomadas para eliminar las amenazas o las salvaguardas aplicadas.
Entre las cuestiones comunicadas a los encargados del gobierno de la Compañía, determinamos las que han sido de mayor importancia en la auditoría de los estados financieros consolidados del ejercicio actual y que son, en consecuencia, las cuestiones clave de auditoría. Describimos esas cuestiones en nuestro informe de auditoría salvo que las disposiciones legales o reglamentarias prohíban revelarlas públicamente o, en circunstancias extremadamente raras, determinemos que una cuestión no se debería comunicar en nuestro informe porque cabe razonablemente esperar que las consecuencias adversas de hacerlo superarían los beneficios de interés público.
El nombre del socio a cargo de la auditoría se informa a continuación.
PricewaterhouseCoopers, S. C.
Socio de Auditoría
Ciudad de México, 15 de marzo de 2021